“Cuarta
Petición” (Óleo sobre lienzo siglo XVII)
Museo
Fray Pedro Goseal, Convento de San francisco Quito
Pertenece
a la serie “La Doctrina Cristiana”, en esta obra de Miguel de Santiago hace
referencia a la templanza, la gula, la eucaristía, la obra de caridad y el pan
nuestro de cada día.
“La Inmaculada Concepción” (Óleo
sobre tela)
Se conserva en el Museo Fray Pedro Goseal, Convento de San francisco Quito.
“La inmaculada” (Óleo sobre lienzo siglo XVII)
Se conserva en
él, museo Nahim Isaías (Filanbanco)
“Inmaculada Eucarística” (Óleo sobre madera siglo XVII)
Se encuentra en el Convento de Santo Domingo.
“Virgen de las Flores” (Óleo sobre lienzo siglo XVII)
Se encuentra en el Convento de Santo Domingo.
La
mayoría de sus obras son de carácter religioso, y entre ellas se destacan la
serie dedicada a “La Vida de San Agustín”, que se guarda en el convento del
mismo nombre; la serie que representa “Los Milagros de Nuestra Señora de
Guápulo”, formada por doce lienzos que se conservan en Guápulo; los capítulos
de “La Doctrina Cristiana”, del museo de San Francisco; “La Inmaculada”,
pintada en 1645 y que está considerada como su obra más antigua; “La
Flagelación del Señor”; “La Muerte de San Agustín”; “Las Sillas”; “La Muerte de
San Nicolás”; etc. Pintó además varias “Inmaculadas”, “El Nacimiento de la
Virgen”, y “El Invierno” de la serie “Las Estaciones”.
Miguel
de Santiago, dejó numerosas obras. Aparte de lo que podría llamarse series -San
Agustín, Guápulo, El Quinche- están las que figuran en los principales templos
quiteños, especialmente en San Francisco.
Casi
no hubo Orden que no encargase al maestro cuadros dedicados a los personajes
del santoral por ella preferidos. También en el extranjero se han localizado
pinturas de Santiago; por ejemplo en la Catedral y en San Francisco, de Bogotá.
“Muchas
de sus pinturas salieron al exterior, sobre todo a Roma, a donde fueron
enviadas por su perfecto acabado y composición, según informaron Jorge Juan y
Antonio de Ulloa en “Noticias secretas de América”. De Santiago escribieron que
“el colorido de su obra es sobrio, usaba tintes vegetales que él mismo
mezclaba, predominando los tonos grises, sombríos y el claroscuro”. Sus
pinceladas eran largas y ágiles, sabía dibujar, no detallaba, pecando de
defectos en la perspectiva” (Rodolfo Pérez Pimentel.- Diccionario del Ecuador,
tomo II, p. 317)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario